La consultora IDC acaba de hacer público un informe sobre el impacto que la llegada de los contadores inteligentes tendrá en las eléctricas españolas. Entre sus principales conclusiones, destaca una por encima del resto: las utilities han de realizar un esfuerzo inversor porque, desde un punto de vista tecnológico, no están preparadas para afrontar el cambio en el sistema del cálculo de precio de la electricidad. Cambios, por otro lado, que según IDC afectan a más del 65% de los consumidores de electricidad españoles o, lo que es lo mismo, al 70% de la electricidad consumida.
Profundizando en el informe de la consultora, ésta advierte del Coste Total de Propiedad (TCO) pueden tener los desarrollos propios –pueden llegar a doblar a los de una solución comercial-, tan extendidos en nuestro mercado y recomienda especialmente mirar a la nube en aspectos como la atención al cliente. Precisamente en este campo y en modo cloud, IDC cree que el 33% de las utilities incrementarán su inversión TIC este año pasando del 1 al 5%, y cerca de un 7% lo harán, incluso, más de ese 5%.
El impacto en la organización de las eléctricas afectará a todos los departamentos, desde Facturación, Ventas, Marketing o Atención al Cliente (incluidos los call centers). A fin de cuentas, se producirá una explosión de datos y tecnologías como MDM jugarán un papel protagonista. IDC sostiene que el 78% de las utilities cree que Big Data y las herramientas analíticas contribuyen decisivamente a la innovación del negocio, si bien es cierto que las eléctricas aún no han realizado el esfuerzo inversor que se requiere en esta área.
Con motivo de la publicación de este informe, SinDominio ha entrevistado a Víctor Mojarrieta, director de Desarrollo de Negocio de Comunicaciones, Medios y Utilities de Oracle Ibérica, que desde su posición tiene una visión muy precisa de los cambios que se avecinan.
No hace muchos meses tuve la ocasión de hablar con varias eléctricas y el panorama era desolador. Dado que IDC llama a la acción con su informe, parece que la cosa no ha cambiado sustancialmente…
Víctor Mojarrieta. Son compañías que están ahora mismo en un proceso de adopción de los cambios que sugieren tanto la ley como las circunstancias asociadas a ella. El hecho de incorporar estas nuevas fuentes de información supone un cambio, una ventaja, aunque indudablemente suponen una inversión y tiene una complejidad técnica. En otros países de Europa, por ejemplo en Alemania, los estudios de viabilidad del despliegue de los contadores inteligentes indican que se requiere establecer unos plazos para que realmente no suponga un esfuerzo inversor desbocado. Se hace de un modo racional, como por ejemplo se ha hecho con las antenas de cobertura de TDT o de las telecomunicaciones.
Esperemos que sea menos chapucero de lo que se ha hecho con la TDT, que fíjese en el jardín de nuevas subvenciones y modificaciones en el que nos hemos metido de nuevo por una pésima planificación…
V.M. En todo caso, yo creo que hay dos caras en esta moneda; por un lado está el esfuerzo inversor que hay que realizar que, además, para que sea óptimo hay que realizar una labor de gestión de proyecto importante porque se suele acometer con terceras empresas; y por otro lado y es la parte más positiva que tiene también para las eléctricas, de lo que estamos hablando al final aquí es que el cliente va a poder flexibilizar el consumo, va a tener más visibilidad de lo que consume y con un nivel de granularidad mayor. Va a tener la posibilidad de visualizarlo gracias, precisamente, a estos contadores y a los servicios asociados que las empresas van a poder construir con precios más flexibles. Se va a parecer mucho más a las telecos, claramente, donde va a haber la tentación de otras compañías de incorporar a esa posibilidad de obtener información un abanico de servicios nuevos de cara al cliente.
Las eléctricas españolas están todas en marcha, aquí nadie se ha dormido. La gente está haciendo cosas muy interesantes y no estamos muy por detrás de países que son pioneros, como por ejemplo Italia, que lleva con contadores inteligentes unos años ya.
Ya que ha mencionado Italia, que efectivamente fue pionera, si algo nos dice esa experiencia es que, en contra de lo que se vende al consumidor, el precio de la electricidad no ha bajado…
V.M. No conozco en detalle el mercado italiano para darte un dato preciso, pero sí creo que hay una cosa evidente: en la medida en que el cliente tenga capacidad de autogestión en su casa, es decir, que los datos de consumo estén disponibles y me consta que las eléctricas ya están trabajando en esa línea, como se suele decir, “el que no monitoriza no puede gestionar”. Las eléctricas no son las únicas responsables; si las personas no nos preocupamos por ver qué gastamos y en dónde, pues tampoco vamos a reducir nuestro consumo. Otra cosa son los gastos de producción, los que están asociados a la parte fija, en donde entran otros factores que no son objeto de esta entrevista, pero yo sí creo que va a haber una facilidad.
En España no sólo hay cinco comercializadoras, que son las de las grandes, sino que hay un gran número de comercializadoras que se van a abrir a la posibilidad de competir y ofrecer servicios de valor añadido. A mí lo que me parece más interesante es que la información, y este es un mensaje muy de TI, va a generar nuevos servicios y esos nuevos servicios, en un mercado más liberalizado, más competitivo, van a suponer un reto de las compañías para estar a la última y orientar su negocio al cliente. Este es el mensaje de fondo de todo esto, el cliente va a tener un mayor protagonismo y para eso se necesita que la información se convierta en valor.
Estamos hablando de electricidad, pero pensemos que muchos proveedores de electricidad lo son también de gas, y en otros países lo son también de agua. Esa evolución tendrá que llegar algún día aquí y estamos viendo los primeros pasos de algo que indudablemente va a obligar a las compañías a modificar la manera en que tratan la información.
“No pensemos sólo en el dato directo, sino en todas las posibilidades de agregación que ese dato va a generar”
¿Han calculado el incremento en la cantidad de información que van a recibir las utilities con la llegada de los contadores inteligentes?
V.M. No pensemos sólo en el dato directo, sino en todas las posibilidades de agregación que ese dato va a generar. En la medida en que yo genere información, lo que me va a interesar es que yo la pueda agregar con otras informaciones. Por ejemplo: información climática, posicional-geográfica, socioeconómica… en la medida en que yo agrego el dato del consumo, con un nivel de precisión horario, el volumen es brutal y no me atrevería a aventurar cuántos TB de información se van a generar al día, no lo sé. Además, otro factor que va a influir en el volumen de información que manejemos es qué profundidad histórica de datos vamos a mantener.
Hablaba de servicios de valor añadido que se derivan de que a partir de ahora las eléctricas sabrán a qué hora nos levantamos, nos acostamos, llegamos de la oficina… ¿qué consecuencias legislativas y tecnológicas trae consigo ese cambio, sobre todo para quienes no quieren que se negocie con su privacidad?
V.M. No aparece en el informe, pero aquí hay un tema de privacidad. El dato que hasta ahora se ha recogido es un dato mucho más plano, estimativo y global de consumo. Cuando tengamos un dato horario, hay una necesidad de securizar esa información que está incorporada, porque estamos trasladando el mapa de tiempos de actividad de un hogar o de una empresa, que puede ser objeto de hacking o de captura por parte de organizaciones no buenas e, incluso, que un cliente no quiera, por privacidad, que nadie sepa sus horarios.
Por eso hablábamos antes del valor de la información. Imagina el valor que puede tener es información por ejemplo, para una empresa de alarmas de seguridad. Lo que sí es muy importante a tener en cuenta es que el elemento de la información tiene que dinamizar el mercado, eso es una cosa indudable.
Para un proveedor como Oracle, se aparece un panorama muy prometedor, porque puede tocar muchos palos, desde el mundo cloud que la propia IDC recomienda a las eléctricas, a la seguridad, calidad de datos… ¿En qué áreas cree que Oracle va a hacer más negocio?
V.M. Lo que es evidente es que existe una oportunidad. Nosotros entendemos es que la única manera de que esta oportunidad se materialice es que nosotros nos preocupemos por entender las necesidades concretas de nuestros clientes y sus prioridades. Como tú muy bien marcabas antes, esto es un proceso que se está iniciando, donde las compañías están buscando aplicaciones del tipo MDM, tecnologías de captura de la información, de la ingesta y el tratamiento de grandes volúmenes… y nosotros tratamos de vender una tecnología que está muy pegada al negocio. Eso es clave; no pretendemos limitarnos a una ventana de producto. En ese sentido, estamos tratando de ver cuáles son las prioridades para tratar de establecer con los clientes las fases y los pasos de adopción de la tecnología más idónea.
“En España ha habido tendencia a los desarrollos propios y nosotros creemos que hay aspectos en los que es preferible adoptar una aplicación comercial”
Por un lado está todo lo relacionado con la ingesta de información, la captura de la información. Esto es muy importante y lo estamos haciendo ya en varias eléctricas de este país: no solamente, recolectar toda la información, sino tener mecanismos que almacenen la información de una manera inteligente, es decir, que sean capaces de comprimir esa información reduciendo así el coste de almacenamiento. Y por otro lado, que faciliten la explotación de esta información, esto es, que el dato de igual si es estructurado o no estructurado, lo que es importante es que sea explotable.
Y luego, en el tema de las aplicaciones, este país es un poco peculiar: ha habido tendencia a los desarrollos propios y nosotros creemos que hay aspectos en los que es preferible adoptar una aplicación comercial, como es el caso de la gestión de datos y extender la funcionalidad de estas aplicaciones y el valor añadido de la tecnología, que me van a aportar esa capacidad de ingesta o una mayor capacidad analítica… algo específico que me diferencie de la competencia.
Por otro lado, cuando Oracle dice que quiere fomentar la nube, lo que quiere decir es que nosotros creemos que el cliente tiene que moverse a una forma de explotar los recursos muy orientada a los servicios. No nos engañemos y pensemos que la nube es llevarnos todos nuestros datos a un entorno que no es nuestro datacenter. Para nosotros el mundo de la nube siempre es un mundo híbrido. En la nube va a haber grandes capacidades que me van a permitir en poco tiempo proporcionar soluciones, allí voy a encontrar una extensión de lo que ya tengo en mi datacenter y Oracle va a estar comprometido a que esa nube sea de tipo empresarial, no una nube de juguete o una nube que crea dependencias, o sea, que lo que tengo allí ya no lo puedo bajar, que es la nube que está más de moda.
Está claro que Oracle al final va a dar respuesta a las demandas del cliente pero, ¿se está produciendo conflicto entre lo que Oracle aconseja subir al a nube y lo que las eléctricas suben realmente?
V.M. Ahora mismo, los sistemas críticos de las utilities están en on-premise. Creo que en la nube va a haber entornos de desarrollo, servicios puntuales de análisis, de gestión documental; algo que favorezca a la fuerza de campo, de capturas de imágenes o elementos muy ligados al documento en procesos que yo pueda integrar en mi entorno on-premise que yo pueda sincronizar… vamos a tener una nube muy ligada a la movilidad.
Creo que las utilities también pueden sacar su partido en el Internet of Things (IoT), en todo lo que se refiere a la gestión de infraestructuras, en donde también va a haber ventajas gracias a la nube.
Hemos hablado mucho de ingesta de datos y eso nos lleva directamente a Big Data y hablar de Big Data es hablar de calidad de datos. ¿Le están dando las eléctricas la importancia debida a la calidad de datos y qué aporta Oracle en este campo?
V.M. La calidad de datos para las utilities es un tema muy importante. Estamos trabajando con varias utilities en este país en ese tema, porque la calidad no es algo que aparezca ahora con la nueva ley, sino que es una preocupación de siempre, porque el dato estructurado tradicional también se resiente de anomalías en la carga de los datos, puesto no todos los procesos son automáticos y hay mucho manual. Ahora lo que ocurre es que cuando hablamos de Big Data es más un entorno de más volumen de información, pero fundamentalmente estructurado. Cuando se incorpore el dato no estructurado, que puede venir de las redes sociales, de los logs de la página web o del correo de los clientes… hablaremos de un Big Data mucho más complejo y que va a ir orientado de nuevo a un mejor conocimiento del cliente.
Va a haber también un Big Data orientado a todo lo que va a ser la gestión de la red y su infraestructura. Información de tipo climático, estabilidad, temas de seísmos, geología de los suelos… todo lo que tenga que ver con el histórico de tormentas, aerogeneradores en parques eólicos… Va a haber un correlación inmensa entre temas de información open data que las ciudades van a poner a disposición de las empresas, más la información de los clientes… Big Data está empezando en las utilites, comenzando por datos estructurados, que se van a multiplicar por cinco o por seis…
En esa correlación de información es donde las utilities van a converger con otras empresas, con las telecos o con empresas de servicios ciudadanos. El mercado va a cambiar, precisamente, por el tema de información. Se van a producir adquisiciones por el activo de información que contiene una empresa.
“El usuario va a tener visibilidad de su información de consumo, está contemplado en los planes estratégicos de las compañías, hasta el punto de que va a ser una de las cosas que primero van a dar las eléctricas”
El informe de IDC habla de la desconfianza de los usuarios hacia las eléctricas (la confianza no llega ni al 30%). Algo que podría cambiar si el consumidor puede ver en tiempo real, en su tablet o su smartphone, el consumo de energía y el precio al que se le factura. ¿Es viable eso en España?
V.M. Eso es algo que están trabajando las eléctricas.
Pero a día de hoy nos encontramos que, sea o no inteligente el contador, ni siquiera puede acceder el usuario a él. Entonces, de veras ¿es viable en España que el usuario acceda a su información en tiempo real?
V.M. Sí, eso va a darse. Aquí hay una peculiaridad: por cómo está planteado el mercado eléctrico en España, los que montan los contadores son las empresas de distribución y los que van a dar el consumo al cliente, son las comercializadoras. Por la legislación esos dos negocios están separados y por tanto ahí hay un elemento de complejidad adicional. Pero sí es verdad que el usuario va a tener visibilidad de su información de consumo, está contemplado en los planes estratégicos de las compañías, hasta el punto de que va a ser una de las cosas que primero van a dar las eléctricas. Lo que va a ser diferencial es añadir otros elementos de valor.
Uno de los retos que van a tener las compañías es la identidad de marca y en lo que también están trabajando, en esa diferenciación y nosotros en eso podemos ayudar bastante. Tenemos vocación en ayudar a mejorar la experiencia de cliente, que es la que va a determinar su fidelización. Ahora están mirando a las telcos como modelo.